jueves, 18 de febrero de 2010

El tenis de mesa en China, por Antonio Calza

Antonio Calza nos ha remitido este escrito que escribió hace dos años y con el que iniciamos una nueva sección de crónicas o comentarios a la actualidad de nuestro deporte:

Acabo de realizar un "gran tour por China" de carácter turístico. Estuve en China en el año 78 y quería ver las transformaciones. China es el reciente campeón olímpico de tenis de mesa en todas sus categorías y quería comprobar "in situ" cómo estaba la afición a nuestro deporte en ese gran país.

En el año 78 fui formando parte de la embajada cultural de jóvenes españoles que acompañamos al rey Juan Carlos en su visita oficial. Llevaba una identificación de entrenador de tenis de mesa y pude jugar en todas las ciudades y todos los lugares. Puedo asegurar que todos lo chinos y chinas, de cualquier edad, jugaban con suficiente nivel para hacer un partido competido, y por supuesto conocían las reglas y la técnica. Guardo grato recuerdo de una tarde en la Casa de la Cultura de Sanghai, donde en una gran sala presidida por una foto de Mao jugando al tenis de mesa, me organizaron un partido con árbitro, público (mis compañeros de viaje y muchos chinos), ante un jugador local. Al final del partido (un juego a 21 tantos), me quedé a entrenar en la sala con los jugadores que había allí. Se fueron mis compañeros de viaje y los guías y solamente nos entendíamos con gestos. El ambiente fue muy cordial y constantemente me obsequiaban con bebida o toallas para secarme. En resumen una experiencia que ahora no se ha repetido.

Hoy China se ha convertido al capitalismo y el tenis de mesa ya no forma parte de sus preferencias. Los guías chinos que nos acompañaron en todo el viaje me comentaron que los jóvenes (menores de 30 años), se han occidentalizado, tanto en el vestir como en el resto de gustos y les atraen más el futbol y el basket, siguiendo con mucha atención los partidos de la Champions, de las ligas europeas, y de la NBA. ¿El tenis de mesa? Mis padres juegan, sí (decían), pero nosotros no. El consumismo es su ahora religión y el comunismo una reliquia del pasado.

En los hoteles había mesas para jugar, junto a gimnasios, saunas y piscinas cubiertas. Nunca vi jugar a nadie, y aunque pregunté no encontré a nadie que quisiera jugar. Solamente en Beijing pude hacerlo una tarde con el monitor del gimnasio, un deportista de 42 años que había jugado de joven y aunque hacía tiempo que no practicaba tenía buena técnica y lo pasamos muy bien. Fue para mí la mejor tarde del viaje. Con algo de inglés y buena voluntad hablamos, y me confirmó que ya no se juega apenas al tenis de mesa, y solamente los "mayores" lo practican. Pasa lo mismo con el tai-chi. En el año 78 "TODOS" los chinos practicaban al amanecer el tai-chi en las calles y parques públicos. Hoy solamente los jubilados, que también practican los bailes de salón, y ha sido frecuente ver en los parques a grupos de jubilados practicando bailes latinos o pasodobles, con canciones en español.

En otra ocasión contaré detalles del viaje del 78, pero ahora solamente quería constatar, con cierta melancolía, la realidad de nuestro "minoritario" deporte en la china del 2008.

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